Imaru
Bendecida de los Dragones Elementales
Imaru es una niña nacida en Jonia , hija de una granjera y un ex- prostituto quienes llevaron una pacífica vida con su ella hasta que fallecieron durante el ataque químico en la provincia de Bahrl durante la guerra entre Jonia y Noxus, mientras que ella fue salvada al ser enviada a resguardarse con su tía paterna en la capital. Durante su estadía con ella su estado mental sufrió un deterioró importante debido a la infortunada exposición ante el atroz resultado que la guerra tuvo en su tierra natal y sus padres, los abusos de tanto hombres como mujeres de poder que la reclamaban en sus visitas al burdel y los extenuantes entrenamientos con su tía para poder soportar todo tipo de sustancias para evitar algún destino infortunado. Todo esto derivó en ella encerrándose en sí misma, ignorando las palabras de quienes la amaba y tomando la mano de su maestro, quien le prometió la anciana libertad si tomaba su lugar como la siguiente maestra titiritera.
El tiempo pasó y el arrepentimiento de Imaru se hizo inmenso, no había logrado su libertad, solo se había doblegado debajo de otro ser de poder. Por la desesperación abandonó Jonia dejando atrás todo en pos de encontrar la libertad que sentía que había perdido, acabando por casualidad en un pequeño pueblo Noxiano en el cual conoció a un grupo muy curioso de personas, quienes acabarán siendo sus compañeros de escuadra luego de ser reclutado por la Trifarix para encontrar a la pequeña Diot. Fue por ella que conoció a los Vastayas, criaturas relegadas y doblegadas quienes buscaban su libertad, con quienes Imaru llegó a sentir una profunda conexión por buscar en conjunto con ellos su libertad, así como también con los dragones quienes confiaron en ella y le hicieron sentir que finalmente se encontraba una relación de igualdad con un ser de poder.
Actualmente Imaru se encuentra fuera de su tiempo como repercusión de sus decisiones y durante todo este camino se le a mostrado que no puede hacer tal o cual cosa, esto le llevó a pensar nuevamente si realmente es genuinamente libre o si debe ser siempre un gato tonto metiéndose amablemente en una jaula por un bien mayor.